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Los Premios Cortes de Cádiz 2015 reúnen talento y valía en la Casa de Iberoamérica
Diez de los Premios Iberoamericanos Cortes de Cádiz fueron entregados ayer en una ceremonia presidida por la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez; el secretario para la Cooperación de la Secretaría General Iberoamericana, Salvador Arriola; y el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz.
Con la única ausencia del galardonado con el Premio de Cirugía, Alfredo Quiñones, por encontrarse en Washington en un compromiso adquirido antes de la concesión de esta distinción, el resto de los premiados recogió su estatuilla –una reproducción de una obra de Juan Luis Vasallo– y su diploma en la ceremonia celebrada en la Casa de Iberoamérica, como ya viene siendo tradicional.
Entre el público, además de las autoridades locales y los miembros de la Corporación Municipal, se encontraban los embajadores de Cuba, Eugenio Martínez, y Uruguay, Francisco Bustillo.
Los galardonados eran el hispano-boliviano Gonzalo Navarro (Botánica), la madrileña Amparo Sánchez (Ciencias Sociales); los mexicanos Alfredo Quiñones (Cirugía) y Said Dokins (Creación Artística Contemporánea), el gaditano Pablo Santos y la chilena Christine Schlack (Diseño); la sevillana Ángeles Martín Prats (Igualdad); el cubano Roddy Fuentes (Investigación Científica); el madrileño Alberto Méndez (Joven Emprendedor); la donostiarra María Molina Intxaustegi (Del Mar) y la argentina María Fasce (Relatos).
Antes de la ceremonia se guardó un minuto de silencio por las víctimas del accidente aéreo de Los Alpes y se emitió un video de canto a la libertad a cargo de la Escolanía de María Auxiliadora.
El primero en recibir su galardón fue el investigador Gonzalo Navarro (Premio de Botánica), español de origen pero residente en Bolivia, quien se llevó la distinción por un trabajo titulado Aplicación de modelos geobotánicas avanzados a la interpretación en la vegetación de las tierras bajas (no andinas) de Bolivia. Navarro agradeció el premio a sus mentores y tuvo palabras de elogio para el botánico que da nombre al premio, José Celestino Mutis, nacido precisamente en Cádiz.
Amparo Sánchez Cobos, galardonada con el Premio de Ciencias Sociales por el estudio Colonialismo y esclavitud según un reformista español: Cuba en Ramón de la Sagra, se emocionó al acordarse de los sacrificios de su familia para que ella pudiera desarrollar su investigación. Agradeció especialmente a sus compañeros dse la Universidad Jaume I de Castellón.
El cirujano Alfredo Quiñones, conocido como Doctor Q, fue el único que no pudo estar presente en la ceremonia, aunque sí lo hizo con un mensaje grabado, en el que explicaba sus humildes orígenes hasta llegar a trabajar como neurocirujano en el Johns Hopkins de Baltimore (Maryland, EE.UU) y su lucha para erradicar el cáncer de cerebro. ç
De nacionalidad mexicana es también el ganador del Premio de Creación Artística Contemporánea, Said Dokins, quien dedicó su galardón a todos los que han hecho posible su trabajo, titulado Apariciones (y que simboliza a los desaparecidos en México durante la década de los setenta) y especialmente, a la luchadora social Rosario Ibarra, fundadora del Comité Eureka.
Christine Schlack y Pablo Santos, ganadores del Premio de Diseño, mostraron su satisfacción porque Cádiz tenga un certamen “de esta envergadura”. “Esto me invita a pensar que algo está cambiando en una ciudad que aún tiene que empaparse de la cultura del diseño”, agregó Santos.
El trabajo de Ángeles Martín Prats es darle mayor visibilidad a las mujeres que se desempeñan en el campo de la ingeniería. Y por esa y otras razones recibió el Premio de Igualdad Cortes de Cádiz. “El problema no está en la universidad, sino antes y después, luego tenemos que trabajar en las familias y en los colegios para que las mujeres puedan tener igualdad de oportunidades y por supuesto, además, con la industria y las instituciones”, señaló.
Para Roddy Fuentes, Premio Iberoamericano de Investigación Científica, el galardón es un incentivo para proponerse nuevas metas y así lo señaló al recoger su estatuilla y diploma, por su investigación sobre reconstrucción de secuencias ancestrales utilizando la tecnología CUDA.
Alberto Méndez, presidente de BQ, galardonado en la categoría de Joven Emprendedor, aprovechó la ocasión para reclamar cambios en la educación, una tarea a la que está entregada su empresa dedicada al diseño, fabricación y venta de dispositivos multimedia. “Formemos a nuestros hijos en las competencias básicas para construir proyectos tecnológicos; convirtamos el producto tecnológico misterioso en el vehículo fundamental para introducir las ciencias básicas” señaló Méndez como receta para aumentar el número de emprendedores tecnológicos.
En su turno de intervención, tras recibir el Premio del Mar, María Molina Intxaustegui, explicó la relación especial que mantiene con Cádiz desde que recibió una llamada para participar en una excavación subacuática del pecio Delta II. Molina, quien actualmente desarrolla su labor investigadora como invitada en el Instituto de Arqueología Náutica de la Universidad A&M de Texas, fue merecedora del reconocimiento, por un trabajo sobre los astilleros reales y el apostadero naval de La Habana en el siglo XVIII.
María Fasce, que logró el Premio de Relatos, reveló que Andalucía, sus pueblos y sus gentes inspiraron algunos de los relatos del libro Un hombre bueno, elegido por el jurado como el ganador. “El cuento es un género muy especial, más parecido a la poesía que a la novela y quizá también más difícil; por su intensidad y brevedad, se parece a un viaje y a un romance fugaz y justamente de viajes y de historias de amor, casi todas tristes, tratan mis cuentos”, resumió la autora argentina.
Al finalizar la entrega de Premios, tomó la palabra el secretario para la Cooperación de la SEGIB, Salvador Arriola, quien recordó la trayectoria de la ciudad de Cádiz y su vinculación con el proyecto iberoamericano. Arriola quiso además destacar el programa cultural realizado en el año del Bicentenario de la Constitución de 1812, en torno a la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno. Dedicó también palabras de elogio a cada uno de los premiados y les animó a seguir en la senda de al excelencia en sus respectivos campos.
A continuación y para cerrar el acto se dirigió a los presentes la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, quien recordó que la intención de esta ceremonia era “subrayar lo mejor que tenemos del mundo de la ciencia, la investigación, el arte y la empresa”. “Empezamos de forma modesta, con el Premio de Ciencias Sociales y algunos aventuraron que era demasiado pronto. Hemos demostrado que no íbamos desencaminados, que los proyectos hechos con tiempo, dedicación y esfuerzo son los que dan mejor resultado”, señaló la primera edil gaditana.
Martínez hizo alusión al segundo artículo de la Constitución de Cádiz, el que dice que “la Nación española es libre e independiente y no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona”. “Yo hoy añadiría –dijo- que tampoco puede serlo de un partido político”.
El acto de entrega finalizó con la tradicional foto de familia de los premiados y autoridades.
Entre el público, además de las autoridades locales y los miembros de la Corporación Municipal, se encontraban los embajadores de Cuba, Eugenio Martínez, y Uruguay, Francisco Bustillo.
Los galardonados eran el hispano-boliviano Gonzalo Navarro (Botánica), la madrileña Amparo Sánchez (Ciencias Sociales); los mexicanos Alfredo Quiñones (Cirugía) y Said Dokins (Creación Artística Contemporánea), el gaditano Pablo Santos y la chilena Christine Schlack (Diseño); la sevillana Ángeles Martín Prats (Igualdad); el cubano Roddy Fuentes (Investigación Científica); el madrileño Alberto Méndez (Joven Emprendedor); la donostiarra María Molina Intxaustegi (Del Mar) y la argentina María Fasce (Relatos).
Antes de la ceremonia se guardó un minuto de silencio por las víctimas del accidente aéreo de Los Alpes y se emitió un video de canto a la libertad a cargo de la Escolanía de María Auxiliadora.
El primero en recibir su galardón fue el investigador Gonzalo Navarro (Premio de Botánica), español de origen pero residente en Bolivia, quien se llevó la distinción por un trabajo titulado Aplicación de modelos geobotánicas avanzados a la interpretación en la vegetación de las tierras bajas (no andinas) de Bolivia. Navarro agradeció el premio a sus mentores y tuvo palabras de elogio para el botánico que da nombre al premio, José Celestino Mutis, nacido precisamente en Cádiz.
Amparo Sánchez Cobos, galardonada con el Premio de Ciencias Sociales por el estudio Colonialismo y esclavitud según un reformista español: Cuba en Ramón de la Sagra, se emocionó al acordarse de los sacrificios de su familia para que ella pudiera desarrollar su investigación. Agradeció especialmente a sus compañeros dse la Universidad Jaume I de Castellón.
El cirujano Alfredo Quiñones, conocido como Doctor Q, fue el único que no pudo estar presente en la ceremonia, aunque sí lo hizo con un mensaje grabado, en el que explicaba sus humildes orígenes hasta llegar a trabajar como neurocirujano en el Johns Hopkins de Baltimore (Maryland, EE.UU) y su lucha para erradicar el cáncer de cerebro. ç
De nacionalidad mexicana es también el ganador del Premio de Creación Artística Contemporánea, Said Dokins, quien dedicó su galardón a todos los que han hecho posible su trabajo, titulado Apariciones (y que simboliza a los desaparecidos en México durante la década de los setenta) y especialmente, a la luchadora social Rosario Ibarra, fundadora del Comité Eureka.
Christine Schlack y Pablo Santos, ganadores del Premio de Diseño, mostraron su satisfacción porque Cádiz tenga un certamen “de esta envergadura”. “Esto me invita a pensar que algo está cambiando en una ciudad que aún tiene que empaparse de la cultura del diseño”, agregó Santos.
El trabajo de Ángeles Martín Prats es darle mayor visibilidad a las mujeres que se desempeñan en el campo de la ingeniería. Y por esa y otras razones recibió el Premio de Igualdad Cortes de Cádiz. “El problema no está en la universidad, sino antes y después, luego tenemos que trabajar en las familias y en los colegios para que las mujeres puedan tener igualdad de oportunidades y por supuesto, además, con la industria y las instituciones”, señaló.
Para Roddy Fuentes, Premio Iberoamericano de Investigación Científica, el galardón es un incentivo para proponerse nuevas metas y así lo señaló al recoger su estatuilla y diploma, por su investigación sobre reconstrucción de secuencias ancestrales utilizando la tecnología CUDA.
Alberto Méndez, presidente de BQ, galardonado en la categoría de Joven Emprendedor, aprovechó la ocasión para reclamar cambios en la educación, una tarea a la que está entregada su empresa dedicada al diseño, fabricación y venta de dispositivos multimedia. “Formemos a nuestros hijos en las competencias básicas para construir proyectos tecnológicos; convirtamos el producto tecnológico misterioso en el vehículo fundamental para introducir las ciencias básicas” señaló Méndez como receta para aumentar el número de emprendedores tecnológicos.
En su turno de intervención, tras recibir el Premio del Mar, María Molina Intxaustegui, explicó la relación especial que mantiene con Cádiz desde que recibió una llamada para participar en una excavación subacuática del pecio Delta II. Molina, quien actualmente desarrolla su labor investigadora como invitada en el Instituto de Arqueología Náutica de la Universidad A&M de Texas, fue merecedora del reconocimiento, por un trabajo sobre los astilleros reales y el apostadero naval de La Habana en el siglo XVIII.
María Fasce, que logró el Premio de Relatos, reveló que Andalucía, sus pueblos y sus gentes inspiraron algunos de los relatos del libro Un hombre bueno, elegido por el jurado como el ganador. “El cuento es un género muy especial, más parecido a la poesía que a la novela y quizá también más difícil; por su intensidad y brevedad, se parece a un viaje y a un romance fugaz y justamente de viajes y de historias de amor, casi todas tristes, tratan mis cuentos”, resumió la autora argentina.
Al finalizar la entrega de Premios, tomó la palabra el secretario para la Cooperación de la SEGIB, Salvador Arriola, quien recordó la trayectoria de la ciudad de Cádiz y su vinculación con el proyecto iberoamericano. Arriola quiso además destacar el programa cultural realizado en el año del Bicentenario de la Constitución de 1812, en torno a la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno. Dedicó también palabras de elogio a cada uno de los premiados y les animó a seguir en la senda de al excelencia en sus respectivos campos.
A continuación y para cerrar el acto se dirigió a los presentes la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, quien recordó que la intención de esta ceremonia era “subrayar lo mejor que tenemos del mundo de la ciencia, la investigación, el arte y la empresa”. “Empezamos de forma modesta, con el Premio de Ciencias Sociales y algunos aventuraron que era demasiado pronto. Hemos demostrado que no íbamos desencaminados, que los proyectos hechos con tiempo, dedicación y esfuerzo son los que dan mejor resultado”, señaló la primera edil gaditana.
Martínez hizo alusión al segundo artículo de la Constitución de Cádiz, el que dice que “la Nación española es libre e independiente y no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona”. “Yo hoy añadiría –dijo- que tampoco puede serlo de un partido político”.
El acto de entrega finalizó con la tradicional foto de familia de los premiados y autoridades.