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May
2017
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Samara Montañez y Raúl Gálvez protagonizan esta jornada de cantes. FOTO: JILLY BENNETT
Cantes de ida y vuelta para conmemorar el Tricentenario
Cruzaban el Atlántico. Desde Europa hasta América y desde allí, de regreso. La música viajaba –y sigue haciéndolo– en el baúl de los emigrantes. De primera o de tercera clase. Y cuando arriba a puerto, se mezclaba entre los cantes del pueblo, produciendo nuevos estilos. Viejas canciones que se renuevan. En eso, básicamente, consisten los cantes de ida y vuelta: El flamenco enriqueciéndose con las aportaciones del folclore americano.
Como una forma de rendir homenaje a esa
mezcla que hoy parece tan contemporánea pero que se viene produciendo desde el
siglo XVI, el Centro Flamenco de La Merced, dependiente del Ayuntamiento de
Cádiz, ha organizado una jornada para este sábado, día 20 de mayo: Cantes de
ida y vuelta en Casas Palacio de Cádiz.
La cita arrancará a las 12:30 en la Casa de Iberoamérica, para seguir después (13:00 h) en la Casa Lasquetty, en el barrio de Santa María; la Casa de las Cuatro Torres (19:00 h) y volver a Lasquetty a las 20:00 horas. Los protagonistas son dos cantaores: Samara Montañez (con Joaquín Linera, el Niño de la Leo, a la guitarra) y Raúl Gálvez (acompañado del guitarrista Miguel Ramos).
El acto se enmarca dentro del programa de la conmemoración del Tricentenario del Traslado de la Casa de Contratación desde Sevilla a Cádiz. La entrada es libre, aunque el aforo en la mayoría de los espacios es limitado.
La cita arrancará a las 12:30 en la Casa de Iberoamérica, para seguir después (13:00 h) en la Casa Lasquetty, en el barrio de Santa María; la Casa de las Cuatro Torres (19:00 h) y volver a Lasquetty a las 20:00 horas. Los protagonistas son dos cantaores: Samara Montañez (con Joaquín Linera, el Niño de la Leo, a la guitarra) y Raúl Gálvez (acompañado del guitarrista Miguel Ramos).
El acto se enmarca dentro del programa de la conmemoración del Tricentenario del Traslado de la Casa de Contratación desde Sevilla a Cádiz. La entrada es libre, aunque el aforo en la mayoría de los espacios es limitado.