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Oct
2022
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Se anima al público a que asista vestido de catrina o catrín. FOTO: DANIEL LLOYD
Un altar de muertos al estilo veracruzano
La Casa de Iberoamérica celebrará, un año más, el Día de Muertos con la Asociación de Mexicanos en Andalucía Olín. El próximo lunes, día 31 de octubre, a las seis y media de la tarde, se inaugura el Altar de Muertos en la antigua Cárcel Real, esta vez inspirado en la tradición de Veracruz, ciudad con la que Cádiz está hermanada.
La celebración del Día de Muertos es una
de las fiestas más importantes del país norteamericano que además se ha ido
extendiendo no solo a todo el continente sino al resto del mundo. Los orígenes
están en la cultura prehispánica. Dentro de la visión de los pobladores originales
del continente, la muerte era el comienzo de un viaje hacia el Mictlán, el
reino de los muertos descarnados o inframundo, también llamado Xiomoayan,
término que los españoles tradujeron como infierno.
Al llegar al final del viaje, los difuntos ofrecían regalos a Mictlantecuhtli, el señor de los muertos y su compañera, Mictecacíhuatl. Después, el muerto partía hacia una de las nueves regiones que había y en la que permanecía cuatro años hasta llegar al último piso, que era el lugar del eterno reposo.
Existen registros de estas costumbres en las diferentes culturas que poblaban el territorio que hoy es México: desde la totonaca hasta la nahua, pasando por la cultura mexica. En aquellos tiempos era común conservar los cráneos y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban la muerte y el renacimiento.
No había una relación, como en la religión cristiana, entre el comportamiento de la persona y el destino que llevaba al morir. Las almas de los que morían en circunstancias relacionadas con el agua se dirigían al Tlalocan, o paraíso de Tláloc; los muertos en combate, los cautivos sacrificados y las mujeres muertas al dar a luz llegaban al Omeyocan, paraíso del Sol, presidido por Huitzilopochtli, el dios de la guerra. El Mictlán estaba destinado a los que morían de muerte natural. Los niños muertos tenían un lugar especial llamado Chichihuacuauhco, donde se encontraba un árbol de cuyas ramas goteaba leche para que se alimentaran.
Todas estas tradiciones pueden verse hoy reflejadas en los altares de muertos que se extienden por todo el mundo ya y que son de sobra conocidos por sus colores, por el papel picado, por las ofrendas y sobre todo, por las catrinas, que son una figura creada por el artista José Guadalupe Posada y bautizada así por el gran muralista Diego Rivera.
El Día de Muertos fue declarado por la UNESCO 'Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad' en noviembre de 2003.
En esta ocasión, la asociación de mexicanos en Andalucía Olín ha querido reflejar las costumbres de Veracruz, un estado en el que la tradición tiene un grandísimo auge y que este año, por ejemplo, inaugurará el que dicen que será el altar de muertos más grande del mundo, el que se instalará en Xalapa, con 1.300 metros cuadrados. El que se instalará aquí, en Cádiz, contendrá elementos autóctonos de los altares veracruzanos, como la exuberante vegetación.
La Casa de Iberoamérica acoge de manera ininterrumpida desde el año 2016 esta celebración, que ha ido ganando adeptos, de la mano de Mexicanos en Andalucía. La entidad, además, ha sumado su apoyo a la candidatura de Cádiz al X Congreso Internacional de la Lengua.
En la inauguración del próximo lunes, además de poder ver el altar, habrá una visita guiada por la instalación, a cargo de Gabriela Alejo, presidenta de la Asociación Olín, y bailes folclóricos de Veracruz, como el de la bruja y la bamba. La jornada culminará con una pequeña muestra gastronómica, en la que destaca el torito veracruzano: una bebida de ron con cacahuete.
Desde Olín y la Casa de Iberoamérica se quiere animar al público a que asista vestidos de catrina o catrín. La entrada a todas estas actividades es libre y gratuita.
Al llegar al final del viaje, los difuntos ofrecían regalos a Mictlantecuhtli, el señor de los muertos y su compañera, Mictecacíhuatl. Después, el muerto partía hacia una de las nueves regiones que había y en la que permanecía cuatro años hasta llegar al último piso, que era el lugar del eterno reposo.
Existen registros de estas costumbres en las diferentes culturas que poblaban el territorio que hoy es México: desde la totonaca hasta la nahua, pasando por la cultura mexica. En aquellos tiempos era común conservar los cráneos y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban la muerte y el renacimiento.
No había una relación, como en la religión cristiana, entre el comportamiento de la persona y el destino que llevaba al morir. Las almas de los que morían en circunstancias relacionadas con el agua se dirigían al Tlalocan, o paraíso de Tláloc; los muertos en combate, los cautivos sacrificados y las mujeres muertas al dar a luz llegaban al Omeyocan, paraíso del Sol, presidido por Huitzilopochtli, el dios de la guerra. El Mictlán estaba destinado a los que morían de muerte natural. Los niños muertos tenían un lugar especial llamado Chichihuacuauhco, donde se encontraba un árbol de cuyas ramas goteaba leche para que se alimentaran.
Todas estas tradiciones pueden verse hoy reflejadas en los altares de muertos que se extienden por todo el mundo ya y que son de sobra conocidos por sus colores, por el papel picado, por las ofrendas y sobre todo, por las catrinas, que son una figura creada por el artista José Guadalupe Posada y bautizada así por el gran muralista Diego Rivera.
El Día de Muertos fue declarado por la UNESCO 'Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad' en noviembre de 2003.
En esta ocasión, la asociación de mexicanos en Andalucía Olín ha querido reflejar las costumbres de Veracruz, un estado en el que la tradición tiene un grandísimo auge y que este año, por ejemplo, inaugurará el que dicen que será el altar de muertos más grande del mundo, el que se instalará en Xalapa, con 1.300 metros cuadrados. El que se instalará aquí, en Cádiz, contendrá elementos autóctonos de los altares veracruzanos, como la exuberante vegetación.
La Casa de Iberoamérica acoge de manera ininterrumpida desde el año 2016 esta celebración, que ha ido ganando adeptos, de la mano de Mexicanos en Andalucía. La entidad, además, ha sumado su apoyo a la candidatura de Cádiz al X Congreso Internacional de la Lengua.
En la inauguración del próximo lunes, además de poder ver el altar, habrá una visita guiada por la instalación, a cargo de Gabriela Alejo, presidenta de la Asociación Olín, y bailes folclóricos de Veracruz, como el de la bruja y la bamba. La jornada culminará con una pequeña muestra gastronómica, en la que destaca el torito veracruzano: una bebida de ron con cacahuete.
Desde Olín y la Casa de Iberoamérica se quiere animar al público a que asista vestidos de catrina o catrín. La entrada a todas estas actividades es libre y gratuita.