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Viaje a los orígenes de la capoeira a través de la historia de Ekumbi
Ekumbi y la leyenda de la capoeira es la muestra que se inaugurará el próximo día 9 de noviembre (a las 19:00) en la Casa de Iberoamérica. Se trata de un conjunto de obras de la ilustradora Paz Ramos, creadas con la técnica de collage a partir de papeles pintados por la propia artista. Cuentan la historia de un niño que fue secuestrado en África y llevado a Brasil para ser vendido como esclavo.
Las
ilustraciones se realizaron para formar parte de una novela gráfica concebida
por la propia Paz Ramos y su pareja, Fernando Harris, portugués de origen
mozambiqueño.
La historia de la capoeira (juego corporal creado en Brasil, de origen bantú que mezcla danza, música y lucha) se narra a través de la vida de Ekumbi, un pequeño al que los traficantes de esclavos portugueses llevaron desde Benguela, en Angola, hasta Salvador de Bahía, en Brasil, justo antes de que se aboliera la esclavitud.
Dentro de la propia historia, la capoeira simboliza la resistencia cultural del pueblo negro y es el pretexto perfecto para contar una vida humana que pasa por los duros procesos de ser esclavizada y posteriormente liberada.
La muestra sirve de excusa para hablar del pasado esclavista de las naciones europeas, en este caso de Portugal y su entonces colonia, Brasil. En 1850, el gobierno brasileño emitió la ley Queirós, que hacía ilegal la importación de esclavos en Brasil. Sin embargo, solo en 1888 se prohibió oficialmente la esclavitud. Cuba -entonces dependiente de España- ya lo había hecho dos años antes. Esta prohibición generalizada no ocurrió debido a un sentimiento antiesclavista, ya que la industria azucarera, en su apogeo, todavía requería mano de obra esclava, sino a la presión política ejercida por Inglaterra y al crecimiento del sentimiento de antipatía hacia los colonizadores de la joven nación brasileña. En esta época, tanto España como Portugal fueron los grandes señores del negocio transatlántico de la esclavitud. En los treinta y ocho años que separan las dos efemérides, un nuevo tipo de negocio ilegal proliferó, perpetrado por los barcos negreros contrabandistas, que corrompían a las autoridades y secuestraban a las poblaciones de forma clandestina, en la oscuridad de la noche, con el propósito de esclavizar a seres humanos.
Cada una de las piezas representa un proceso en el cual la figuración recrea un lenguaje propio no realista, que expresa las emociones de la autora y su reflexión sobre cuestiones complejas, como la colonización, la esclavitud, la memoria histórica y la identidad cultural.
La muestra estará abierta al público hasta el 10 de febrero de 2024.
Sobre la artista
Paz Ramos (Cádiz, 1985) es una artista apasionada por el arte de contar historias a través de imágenes. Hija de una familia humilde y trabajadora, heredó de su padre el gusto por la pintura y de su madre, la capacidad de contar historias. Su infancia transcurrió entre el campo asidonense, de donde proviene su familia, y la panadería de su madre. Comenzó a practicar capoeira a los 14 años y desde temprana edad sintió un gran interés por otros pueblos y culturas, especialmente por la cultura afro-luso-brasileña, a la que ha dedicado su estudio e imaginario en numerosas ocasiones.
Ha expuesto sus obras en espacios como el Museo Bordallo Pinheiro en Lisboa, el Festival de Cómic de Amadora, el Festival Feminista de Oporto y la Alianza Francesa en Málaga. Su imaginario conecta su mundo interior andaluz con las ciudades donde ha vivido (Cádiz, Sevilla, Lisboa, Liverpool y Málaga), con la historia de la esclavitud y la capoeira, siendo estos casualmente puertos importantes en el comercio esclavista.
Para contar historias con imágenes, Paz Ramos se basa en su búsqueda de la simplificación de las formas figuradas, de los nuevos contornos o texturas que remiten de manera simbólica a sus vivencias o cuestionamientos. En algunas ocasiones, aborda experiencias emocionales representadas a través de la vida de los personajes, que suelen adoptar formas femeninas, negras o marginalizadas, invitando al espectador a explorar nuevas respuestas a sentimientos de injusticia. Sin tratar de eludir la crueldad de los hechos, su propuesta artística trata de introducir la belleza y la fantasía de los recursos plásticos para abordar las injusticias de manera irreverente.
La historia de la capoeira (juego corporal creado en Brasil, de origen bantú que mezcla danza, música y lucha) se narra a través de la vida de Ekumbi, un pequeño al que los traficantes de esclavos portugueses llevaron desde Benguela, en Angola, hasta Salvador de Bahía, en Brasil, justo antes de que se aboliera la esclavitud.
Dentro de la propia historia, la capoeira simboliza la resistencia cultural del pueblo negro y es el pretexto perfecto para contar una vida humana que pasa por los duros procesos de ser esclavizada y posteriormente liberada.
La muestra sirve de excusa para hablar del pasado esclavista de las naciones europeas, en este caso de Portugal y su entonces colonia, Brasil. En 1850, el gobierno brasileño emitió la ley Queirós, que hacía ilegal la importación de esclavos en Brasil. Sin embargo, solo en 1888 se prohibió oficialmente la esclavitud. Cuba -entonces dependiente de España- ya lo había hecho dos años antes. Esta prohibición generalizada no ocurrió debido a un sentimiento antiesclavista, ya que la industria azucarera, en su apogeo, todavía requería mano de obra esclava, sino a la presión política ejercida por Inglaterra y al crecimiento del sentimiento de antipatía hacia los colonizadores de la joven nación brasileña. En esta época, tanto España como Portugal fueron los grandes señores del negocio transatlántico de la esclavitud. En los treinta y ocho años que separan las dos efemérides, un nuevo tipo de negocio ilegal proliferó, perpetrado por los barcos negreros contrabandistas, que corrompían a las autoridades y secuestraban a las poblaciones de forma clandestina, en la oscuridad de la noche, con el propósito de esclavizar a seres humanos.
Cada una de las piezas representa un proceso en el cual la figuración recrea un lenguaje propio no realista, que expresa las emociones de la autora y su reflexión sobre cuestiones complejas, como la colonización, la esclavitud, la memoria histórica y la identidad cultural.
La muestra estará abierta al público hasta el 10 de febrero de 2024.
Sobre la artista
Paz Ramos (Cádiz, 1985) es una artista apasionada por el arte de contar historias a través de imágenes. Hija de una familia humilde y trabajadora, heredó de su padre el gusto por la pintura y de su madre, la capacidad de contar historias. Su infancia transcurrió entre el campo asidonense, de donde proviene su familia, y la panadería de su madre. Comenzó a practicar capoeira a los 14 años y desde temprana edad sintió un gran interés por otros pueblos y culturas, especialmente por la cultura afro-luso-brasileña, a la que ha dedicado su estudio e imaginario en numerosas ocasiones.
Ha expuesto sus obras en espacios como el Museo Bordallo Pinheiro en Lisboa, el Festival de Cómic de Amadora, el Festival Feminista de Oporto y la Alianza Francesa en Málaga. Su imaginario conecta su mundo interior andaluz con las ciudades donde ha vivido (Cádiz, Sevilla, Lisboa, Liverpool y Málaga), con la historia de la esclavitud y la capoeira, siendo estos casualmente puertos importantes en el comercio esclavista.
Para contar historias con imágenes, Paz Ramos se basa en su búsqueda de la simplificación de las formas figuradas, de los nuevos contornos o texturas que remiten de manera simbólica a sus vivencias o cuestionamientos. En algunas ocasiones, aborda experiencias emocionales representadas a través de la vida de los personajes, que suelen adoptar formas femeninas, negras o marginalizadas, invitando al espectador a explorar nuevas respuestas a sentimientos de injusticia. Sin tratar de eludir la crueldad de los hechos, su propuesta artística trata de introducir la belleza y la fantasía de los recursos plásticos para abordar las injusticias de manera irreverente.