17
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2024
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La portada de la Casa ya luce como nueva
Los trabajos de rehabilitación del frente de la Casa de Iberoamérica han concluido ya tras cuatro meses de obras, por lo que, una vez que se han retirado las vallas, ese tramo de la calle Concepción Arenal vuelve a ser transitable. La empresa Gares Restauraciones ha llevado a cabo estas labores, siguiendo el proyecto realizado por la Oficina Técnica de la Delegación de Urbanismo del Ayuntamiento de Cádiz.
El presupuesto total de esta intervención que ha sufragado la Sociedad Municipal Cádiz 2012 -entidad que tiene la gestión de este inmueble- ha alcanzado los 23.564 euros (IVA incluido). En los próximos días se recuperará el acceso principal al edificio, que durante la obra se realizaba por el paseo del Vendaval.
Los trabajos comenzaron a raíz del informe del arquitecto técnico municipal tras los desprendimientos de algunos elementos de la portada, concretamente en la zona del entablamento y las columnas. Al caer estos trozos de material, quedaron al aire en algunas zonas las mallas de fibra de vidrio colocadas bajo el revestimiento, así como anclajes de acero inoxidable. Además de una cuestión de seguridad vial, se trataba también de devolver a este pórtico el aspecto que tenía tras la última restauración.
Al principio de los trabajos, las conservadoras de Gares Restauraciones estuvieron rascando para eliminar las capas de mortero que tenían poca adherencia y limpiando la fachada con agua a presión de manera controlada. También se ha desalado la portada empleando agua destilada, en un proceso lento que se ha repetido hasta en tres ocasiones. Una vez limpia la zona, se consolidaron los elementos de la fachada dañados para que el mortero tuviera mayor sujeción.A simple vista se aprecia una parte fundamental del trabajo: la eliminación de la costra negra sobre la piedra, para lo que hubo que aplicar un compuesto químico con el que previamente se hicieron varias pruebas. Finalmente, se ha aplicado el nuevo mortero, a base de cal natural pura, arena y aditivos especiales, terminando con una coloración de pintura mineral con pigmentos inorgánicos totalmente estable a la luz, tratando de igualar la zona intervenida con los tonos de otras reparaciones.Se trata de labores muy especializadas que requieren trabajo manual y que han realizado un grupo de conservadoras especializadas en la rehabilitación de edificios históricos.
La obra se ha aprovechado también para acometer el resanado y pintura de la cubierta del pórtico de la entrada y otras mejoras en el área de recepción de la Casa de Iberoamérica.
El teniente de alcalde de Presidencia y presidente de Cádiz 2012, Pablo Otero, ha destacado la importancia de este emblemático edificio para la ciudad. "Con estos trabajos invertimos en la recuperación de un edificio que es una de las grandes joyas patrimoniales de Cádiz y uno de los mejores ejemplos de arquitectura neoclásica en Andalucía", ha asegurado el edil que ha añadido: "Queremos que la Casa de Iberoamérica luzca por fuera, pero también por dentro, con las múltiples actividades que estamos organizando, como en sus mejores tiempos".
Una larga historia de reparaciones
Hay que recordar que la Casa de Iberoamérica, fundada en el edificio de lo que era la Antigua Cárcel Real, ha sufrido varias intervenciones desde su construcción. Su antigüedad, su cercanía al mar y la incidencia de la climatología han hecho que el edificio haya tenido varios percances a lo largo de su historia.El edificio fue proyectado por el gaditano Torcuato Benjumeda en 1792, el mismo año en que arrancó la obra, aunque no se terminó hasta 1836, ya con un discípulo de Benjumeda, el arquitecto Daura, como encargado del proyecto.En 1880, menos de 50 años de su estreno, ya acumulaba graves problemas estructurales por lo que hubo que demoler una parte que estaba en ruinas y reforzar algunos de los elementos constructivos. Fue entonces cuando se restauró el extremo derecho de la fachada principal, se eliminó el cuerpo superior sobre el pórtico principal y se reconstruyeron el resto de fachadas.
Un siglo después, en 1982, se realiza una nueva rehabilitación del inmueble, que se encontraba abandonado y en avanzado estado de deterioro. Se había perdido el tercio posterior de la fachada y solo quedaba menos de la mitad de la cubierta. Vuelve a reconstruirse para su uso como sede de los Juzgados de Cádiz.La Cárcel Real acumula de nuevo problemas de humedades y mucho deterioro, por lo que se decide trasladar los Juzgados y el edificio vuelve a manos municipales. Se realiza una gran intervención, con una inversión de más de tres millones de euros, entre los años 2009 y 2010, inaugurándose ya como Casa de Iberoamérica en enero de 2011.
Durante el tiempo que ha durado la obra, la Casa de Iberoamérica ha seguido abierta al público, solo que la entrada se ha trasladado a la parte trasera del edificio, la que da al paseo del Vendaval, habilitándose una de las puertas de emergencia como recepción de visitantes.
Finalizada ya la obra, se volverá a abrir el pórtico principal para el acceso del personal y de los visitantes.
Además de su actividad propia que incluye exposiciones, charlas y otro tipo de eventos, la Casa de Iberoamérica también acoge a entidades como el Ateneo Gaditano y la Real Academia Hispanoamericana.
Los trabajos comenzaron a raíz del informe del arquitecto técnico municipal tras los desprendimientos de algunos elementos de la portada, concretamente en la zona del entablamento y las columnas. Al caer estos trozos de material, quedaron al aire en algunas zonas las mallas de fibra de vidrio colocadas bajo el revestimiento, así como anclajes de acero inoxidable. Además de una cuestión de seguridad vial, se trataba también de devolver a este pórtico el aspecto que tenía tras la última restauración.
Al principio de los trabajos, las conservadoras de Gares Restauraciones estuvieron rascando para eliminar las capas de mortero que tenían poca adherencia y limpiando la fachada con agua a presión de manera controlada. También se ha desalado la portada empleando agua destilada, en un proceso lento que se ha repetido hasta en tres ocasiones. Una vez limpia la zona, se consolidaron los elementos de la fachada dañados para que el mortero tuviera mayor sujeción.A simple vista se aprecia una parte fundamental del trabajo: la eliminación de la costra negra sobre la piedra, para lo que hubo que aplicar un compuesto químico con el que previamente se hicieron varias pruebas. Finalmente, se ha aplicado el nuevo mortero, a base de cal natural pura, arena y aditivos especiales, terminando con una coloración de pintura mineral con pigmentos inorgánicos totalmente estable a la luz, tratando de igualar la zona intervenida con los tonos de otras reparaciones.Se trata de labores muy especializadas que requieren trabajo manual y que han realizado un grupo de conservadoras especializadas en la rehabilitación de edificios históricos.
La obra se ha aprovechado también para acometer el resanado y pintura de la cubierta del pórtico de la entrada y otras mejoras en el área de recepción de la Casa de Iberoamérica.
El teniente de alcalde de Presidencia y presidente de Cádiz 2012, Pablo Otero, ha destacado la importancia de este emblemático edificio para la ciudad. "Con estos trabajos invertimos en la recuperación de un edificio que es una de las grandes joyas patrimoniales de Cádiz y uno de los mejores ejemplos de arquitectura neoclásica en Andalucía", ha asegurado el edil que ha añadido: "Queremos que la Casa de Iberoamérica luzca por fuera, pero también por dentro, con las múltiples actividades que estamos organizando, como en sus mejores tiempos".
Una larga historia de reparaciones
Hay que recordar que la Casa de Iberoamérica, fundada en el edificio de lo que era la Antigua Cárcel Real, ha sufrido varias intervenciones desde su construcción. Su antigüedad, su cercanía al mar y la incidencia de la climatología han hecho que el edificio haya tenido varios percances a lo largo de su historia.El edificio fue proyectado por el gaditano Torcuato Benjumeda en 1792, el mismo año en que arrancó la obra, aunque no se terminó hasta 1836, ya con un discípulo de Benjumeda, el arquitecto Daura, como encargado del proyecto.En 1880, menos de 50 años de su estreno, ya acumulaba graves problemas estructurales por lo que hubo que demoler una parte que estaba en ruinas y reforzar algunos de los elementos constructivos. Fue entonces cuando se restauró el extremo derecho de la fachada principal, se eliminó el cuerpo superior sobre el pórtico principal y se reconstruyeron el resto de fachadas.
Un siglo después, en 1982, se realiza una nueva rehabilitación del inmueble, que se encontraba abandonado y en avanzado estado de deterioro. Se había perdido el tercio posterior de la fachada y solo quedaba menos de la mitad de la cubierta. Vuelve a reconstruirse para su uso como sede de los Juzgados de Cádiz.La Cárcel Real acumula de nuevo problemas de humedades y mucho deterioro, por lo que se decide trasladar los Juzgados y el edificio vuelve a manos municipales. Se realiza una gran intervención, con una inversión de más de tres millones de euros, entre los años 2009 y 2010, inaugurándose ya como Casa de Iberoamérica en enero de 2011.
Durante el tiempo que ha durado la obra, la Casa de Iberoamérica ha seguido abierta al público, solo que la entrada se ha trasladado a la parte trasera del edificio, la que da al paseo del Vendaval, habilitándose una de las puertas de emergencia como recepción de visitantes.
Finalizada ya la obra, se volverá a abrir el pórtico principal para el acceso del personal y de los visitantes.
Además de su actividad propia que incluye exposiciones, charlas y otro tipo de eventos, la Casa de Iberoamérica también acoge a entidades como el Ateneo Gaditano y la Real Academia Hispanoamericana.